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Asturias, con su paisaje único y diverso, es un verdadero paraíso natural que encarna la esencia misma de la belleza en el norte de España. Al recorrer esta comunidad autónoma, es fácil enamorarse de sus majestuosos Picos de Europa, donde los Lagos de Covadonga se alzan como el corazón palpitante de esta maravilla natural. Rodeados por montañas imponentes, estos lagos de origen glaciar ofrecen un espectáculo visual que parece sacado de un sueño, donde cada reflejo en sus aguas cristalinas cuenta una historia de paz y grandeza. La Basílica de Santa María la Real de Covadonga y la Santa Cueva, enclavadas en este entorno, no son solo hitos históricos, sino también santuarios de espiritualidad y tradición que dan la bienvenida a todos los viajeros en su búsqueda de lo sublime.
Asturias no se detiene en los Picos de Europa. Desde la vibrante Cangas de Onís con su emblemático puente romano, hasta las escondidas bellezas de Luarca, la llamada villa blanca de la costa verde, esta región ofrece rincones que parecen haberse detenido en el tiempo, llenos de encanto y color. Las playas, como la Playa del Silencio, con sus acantilados dramáticos y aguas tan transparentes que parecen de otro mundo, son testigos de la pureza y la magia del litoral asturiano. Y, si deseas adentrarte aún más en la naturaleza, el Parque Natural de Ponga te espera con su serenidad y su verde exuberancia, un tesoro escondido que compite en belleza con sus vecinos más famosos, pero que conserva una paz y autenticidad que solo los más aventureros llegan a descubrir. En cada rincón de Asturias, desde sus pueblos marineros hasta sus bosques frondosos, la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan para ofrecer una experiencia turística tan emotiva como inolvidable.
Asturias es también tierra de contrastes, donde lo antiguo y lo moderno coexisten en perfecta armonía. En las cuencas del Nalón y del Caudal, el patrimonio industrial se despliega en un paisaje fascinante que narra la historia de una región forjada en el esfuerzo y la innovación. El paisaje minero de Turón, en Mieres, con sus antiguas minas y fábricas, nos recuerda el pasado de lucha y prosperidad que definió a Asturias en la era industrial. Este recorrido por el patrimonio industrial asturiano, protegido por la Ley de Patrimonio Cultural, ofrece una mirada única a la evolución de la región, donde elementos como la Fábrica de Armas de Trubia en Oviedo y la Fábrica de Tabacos en pleno centro de Gijón/Xixón son testimonios vivos de una época de transformación y crecimiento. Cada visita a estos lugares es una oportunidad para conectar con el legado de Asturias y entender el espíritu resiliente de su gente.
Sin embargo, Asturias es mucho más que sus paisajes naturales e industriales; es una región que ha sabido preservar su esencia a través de los siglos. En lugares como Cangas de Onís, no solo se encuentran maravillas naturales, sino también una vibrante vida cultural y una oferta gastronómica que deleita los sentidos. Desde recorrer la Ruta del Cares hasta vivir la emoción del Descenso del Sella en canoa, las opciones para el visitante son tan variadas como emocionantes.
Asturias es una tierra que rebosa de maravillas naturales, culturales y arquitectónicas, ofreciendo a sus visitantes una experiencia que combina lo mejor de la naturaleza con el encanto de su historia. Uno de los lugares más icónicos que no puedes dejar de visitar son los Lagos de Covadonga, situados en el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa. Estos tres lagos de origen glaciar, rodeados de majestuosas montañas, ofrecen un paisaje espectacular que parece sacado de un cuento de hadas. Además, el recorrido hasta ellos te lleva por la Basílica de Santa María la Real de Covadonga y la Santa Cueva, donde la historia y la leyenda se entrelazan, ofreciendo una experiencia espiritual y visual incomparable.
Otro lugar que captura la esencia de Asturias es Cangas de Onís, una villa llena de encanto donde se encuentra el famoso Puente Romano, un símbolo de la ciudad y una de las postales más reconocibles de la región. Este puente, que se alza sobre el río Sella, es un testimonio de la rica historia de la zona y una puerta de entrada a los numerosos caminos que recorren los Picos de Europa. Además, Cangas de Onís es el punto de partida perfecto para aventuras como la Ruta del Cares o el Descenso del Sella en canoa, actividades que combinan el desafío físico con el deleite visual de los paisajes asturianos.
El litoral asturiano también guarda tesoros imperdibles, como la Playa del Silencio, una de las más espectaculares de España. Con su forma de media luna, rodeada de acantilados y bañada por aguas cristalinas, esta playa es el lugar ideal para desconectar y sumergirse en la tranquilidad del mar Cantábrico. La costa asturiana ofrece un sinfín de playas, cada una con su propio encanto, pero la Playa del Silencio destaca por su belleza serena y su entorno natural inmaculado, lo que la convierte en una parada obligatoria para cualquier amante de la naturaleza.
Finalmente, no puedes dejar de visitar Luarca, conocida como la "villa blanca de la costa verde". Este pintoresco pueblo marinero es famoso por su encantador casco urbano, donde el blanco de sus casas contrasta con el verde de las colinas y el azul profundo del mar. Luarca es también el lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía asturiana, con su puerto de pescadores ofreciendo siempre el pescado y marisco más fresco. Pasear por sus calles, admirar sus hermosas vistas al mar y disfrutar de su ambiente tranquilo es una de las experiencias más gratificantes que ofrece Asturias.
Asturias es un destino que captura el corazón con su inigualable mezcla de belleza natural, historia y cultura vibrante. Desde los majestuosos Lagos de Covadonga, que parecen un refugio mágico en las montañas, hasta el encantador casco histórico de Cangas de Onís y la impresionante Playa del Silencio, la región ofrece un sinfín de experiencias memorables. Los pintorescos pueblos costeros como Luarca añaden un toque de autenticidad y serenidad a tu viaje. En cada rincón de Asturias, se siente una profunda conexión con la tradición y la naturaleza, invitando a los visitantes a explorar, disfrutar y dejarse seducir por un paraíso donde la belleza y la historia se entrelazan de manera única. Sin duda, un viaje a Asturias es una inmersión en un mundo donde cada paisaje y cada historia hacen de cada visita una experiencia inolvidable.