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En el corazón de Asturias, Grado se alza como un vibrante cruce de caminos que invita a explorar sus múltiples facetas, todas impregnadas de historia, cultura y encanto. Este concejo, donde se entrelazan el Camino de Santiago Primitivo y el antiguo Camín Real de la Mesa, no solo es un punto de encuentro histórico, sino también un vibrante centro de vida contemporánea. Aquí, las huellas de la historia y la frescura de la modernidad se funden en una experiencia única y enriquecedora.
Al recorrer Grado, te sumergirás en un paisaje de huertas fértiles, cuyas vegas verdes y frondosas son alimentadas por las aguas de los ríos Cubia y Nalón. Este entorno no solo ofrece un espléndido escenario natural, sino que también nutre una rica tradición comercial que se manifiesta en un bullicioso mercado dominical. En este mercado, el vibrante comercio local presenta una variedad de productos, desde tocinillos celestiales hasta otras delicias locales conocidas como 'llambionadas', que capturan la esencia de la gastronomía asturiana.
La Villa de Grado, con su Conjunto Histórico declarado Bien de Interés Cultural, es un museo viviente de la arquitectura. Sus calles te invitan a un viaje a través de los siglos, desde la majestuosidad medieval hasta el esplendor de la arquitectura indiana. Los edificios históricos, como la impresionante Capilla de los Dolores, un destacado ejemplo del barroco con su rica decoración interior, y el Ayuntamiento de Grado, con su elegante torre y molduras del siglo XIX, son testigos de un pasado glorioso. La Capilla de los Dolores, además de su valor histórico, es hoy un espacio multicultural que acoge eventos como conciertos, representaciones teatrales y bodas civiles, brindando un puente entre el pasado y el presente.
En la Plaza del General Ponte, antigua entrada de la muralla de la villa, el mercado de los miércoles y domingos cobra vida en una danza de colores, aromas y sonidos. Alrededor de esta plaza se erigen edificios emblemáticos como la Casa de los Arcos y la Casa de Tejeiro, que añaden un toque de encanto histórico al vibrante ambiente del mercado.
Mientras paseas por las calles de Grado, te encontrarás con esculturas que narran las historias de sus habitantes y eventos significativos. Desde el homenaje a las vendedoras del mercado hasta el busto del notable escritor Valentín Andrés Álvarez, cada escultura cuenta una historia de la villa. La Casa de Cultura, situada cerca de la antigua muralla, alberga el Museo Etnográfico de Grado, una joya cultural con cerca de dos mil piezas originales que conservan la memoria del pasado rural y artesanal de la región.
No puedes dejar de visitar el Palacio de Miranda Valdecarzana, un edificio de origen medieval que ha sido transformado por reformas barrocas a lo largo de los siglos, y que ahora sirve como sede de la Casa de Cultura de Grado. Este palacio, con su majestuosa fachada adornada por elegantes molduras y detalles barrocos, es un testimonio vivo de la evolución arquitectónica que ha marcado la historia de la villa. Cada rincón del edificio cuenta una historia de transformación y adaptación, reflejando el paso del tiempo y el enriquecimiento cultural que ha experimentado Grado.
Al adentrarte en el Palacio de Miranda Valdecarzana, te encontrarás inmerso en una atmósfera que mezcla lo antiguo con lo moderno. Los visitantes pueden apreciar no solo la belleza de sus elementos arquitectónicos, como los arcos, columnas y techos decorados, sino también disfrutar de una variada programación cultural que incluye exposiciones, conciertos y talleres. La Casa de Cultura, albergada en este emblemático palacio, actúa como un puente entre el pasado y el presente, ofreciendo un espacio vibrante donde la historia y la cultura local se celebran y se comparten con la comunidad. Cada evento y exposición en sus salas contribuye a mantener viva la rica herencia cultural de Grado, haciendo del palacio un lugar indispensable para entender y apreciar la evolución de esta encantadora villa asturiana.
Grado es un lugar donde la historia se encuentra con la vida contemporánea, donde cada rincón y monumento te invita a descubrir el alma de Asturias. Aquí, cada calle, cada edificio, y cada evento te ofrece una inmersión profunda en la riqueza cultural de una localidad que ha sido cruce de caminos, testigo de eras pasadas y centro de vida vibrante y acogedora. Ven a Grado, y deja que su historia y su hospitalidad te envuelvan en una experiencia inolvidable.
En Grado, el tiempo parece detenerse para ofrecer una experiencia enriquecedora que une el pasado con el presente. La vibrante vida cultural de la villa se refleja no solo en su arquitectura y su mercado, sino también en sus celebraciones y festividades. Las fiestas locales, como las populares celebraciones de la Semana Santa y las animadas fiestas patronales, reúnen a residentes y visitantes en un ambiente de alegría y tradición. Aquí, podrás sumergirte en la auténtica esencia asturiana, disfrutando de la música tradicional, los bailes y, por supuesto, los sabores inconfundibles de la gastronomía local, como las cazuelas de fabada y los quesos artesanales que deleitan a todos los que se acercan.
Además, los alrededores de Grado, con su paisaje rural salpicado de caserías y prados, invitan a explorar y conectarse con la naturaleza. Las rutas de senderismo y ciclismo te llevan a través de un entorno natural exuberante, donde la tranquilidad del campo se mezcla con la majestuosidad de los bosques y montañas cercanas. En cada giro del camino, descubrirás la serenidad del campo asturiano y la calidez de su gente. Ya sea que busques una escapada relajante o una inmersión en la vida local, Grado ofrece una experiencia completa que captura la esencia del patrimonio asturiano mientras te envuelve en la belleza de sus paisajes y la hospitalidad de su gente.
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